lunes, marzo 26, 2007

La opinión de los expertos

para los que no sepan inglés el texto dice:
"A la caza de bin laden, los expertos están de acuerdo, el líder de al qaeda esta vivo o muerto"

domingo, marzo 18, 2007

Trabajando los Sueños, El trabajo gestalt de Perls y Gendlind

http://www.psicologia-online.com/ESMUbeda/Libros/Suenos/suenos4.htm

y

http://www.psicologia-online.com/ESMUbeda/Libros/Suenos/suenos4b.htm

Por José Evaristo Luján Jiménez y Juan José Ruiz Sánchez

Introducción:

Plantea desde el inicio serias dificultades cualquier exposición relativa al enfoque terapéutico humanístico sobre los sueños. Ello es debido precisamente a que ni siquiera podemos establecer de modo bien delimitado cuales son, y cuales no son, las psicoterapias humanísticas. Por otra parte, cualquier exposición que pretenda presentar de forma sistematizada, académica, teorizada, el trabajo terapéutico de los sueños en estas modalidades de psicoterapia, puede acabar resultando un esfuerzo ilusorio. Estamos ante unas disciplinas que se resisten a presentar su saber como unitario, exhaustivo, ni siquiera transmisible al modo pretendido por los principios de comunicabilidad postulados por toda ciencia. Antes al contrario, hablamos de un saber que parece hecho precisamente del "material con que se fabrican los sueños", parafraseando al cinematográfico halcón maltés.

Efectivamente, en contadas ocasiones, y sólo cuando nos centramos en autores concretos o sobre temas específicos, podemos hablar de teorías o tecnologías humanísticas en psicoterapia: con unos principios y corolarios psicológicos definidos y con técnicas describibles y comunicables convencionalmente, y más allá de la transmisión iniciática que se genera por la formación y supervisión prácticas. Así por ejemplo, uno de los mejores expositores de la gestalterapia, Claudio Naranjo, califica este modelo como "un sistema construido más bien sobre el entendimiento intuitivo que sobre la teoría. /.../ La terapia gestáltica no ha surgido como la aplicación de un cuerpo de teoría, sino que más bien es un asunto de estar en el mundo de una cierta manera", es como si las técnicas de las terapias humanísticas partieran de las experiencias y de la creatividad de los terapeutas que ejercen ese 'estar en el mundo de una cierta manera', y a partir de ello, comenzaran cualquier construcción
teórica a posteriori, sobre el modelo psicoterapéutico ejercido.

Ante este panorama, y desde la necesidad de una exposición mínimamente sistematizada, podemos asumir en principio un acercamiento historicista al tema que permita obtener unas primeras pistas sobre las corrientes humanísticas. Desde aquí, es sabido que las principales líneas de esta modalidad de psicoterapia proceden de autores que se formaron inicialmente en el Psicoanálisis freudiano, mostrando una reacción contra sus principios mecanicistas, e insistiendo más en las vertientes interpersonales, fenomenológicas y existenciales de la persona. Sus autores pretendieron crear una "tercera fuerza" frente al imperialismo del Psicoanálisis y el Conductismo dentro de las instituciones que movían la Psicología. Sus objetivos terapéuticos también iban más allá de lo estrictamente clínico psicopatológico. Pretendían ayudar al hombre a integrar y desarrollar la totalidad de sus potencialidades en los diversos niveles que lo constituyen como ser humano. En este sentido, y en respuesta a los esfuerzos de las disciplinas precedentes en la Psicología por analizar y definir los diversos aspectos del hombre, la Psicología Humanística intentaba una labor de síntesis holística sobre el sujeto. Con estas premisas, los distintos autores e iniciadores de escuelas humanísticas harán una relectura del Psicoanálisis tanto en lo teorético como en la aplicación práctica del encuentro psicoterapéutico. Sin embargo, el paradigma paicoanalítico seguirá latente en sus nuevos enfoques. Por ejemplo, Berne hará con su Análisis Transaccional una traducción fenomenológica e interacccionista de los conceptos de la segunda tópica propuesta por S. Freud, quedando sus conceptos del Padre, Adulto y Niño como trasuntos del Superyo, Yo y Ello freudianos.

Del mismo modo, Perls retomará las nociones de defensas inconscientes y sus correlatos corporales asumiendo las ideas de Freud y su discípulo W. Reich. Desde este punto de vista, es comprensible advertir que no se aleja excesivamente del Psicoanálisis la forma de conceptualizar los sueños por parte de la Psicología Humanística, aunque sí ofrecerá un enfoque de trabajo bien diferenciado.
Otra de las fuentes primordiales de las psicologías humanísticas serán las filosofías orientales: El Tao, el Zen, etc. Ya lo hemos ilustrado con la narración que iniciaba este capítulo. El mismo Abraham Maslow, uno de los principales teorizadores de la Psicología Humanística, enfoca ésta como "una teoría taoista del conocimiento" frente a la teoría objetivista del conductismo.

A la hora de presentar el enfoque humanístico de trabajo con los sueños nos centraremos en los modelos que han abordado más directamente el tema y así lo han trabajado desde sus inicios históricos como paradigma psicoterapéutico. Nos referimos al Psicodrama de Moreno, la Terapia Gestalt de F. Perls, la Terapia Experiencial y de Focusing e E.Gendlin, y la Logoterapia de V. Frankl. Justificamos el orden de presentación de los modelos siguiendo criterios históricos y también de orden didáctico, por cuanto creemos que el tratamiento del enfoque psicodramático encuentra una adecuado preámbulo al del enfoque gestáltico, y éste a su vez del enfoque experiencial. Caso aparte constituirá, como veremos, el tratamiento de la logoterapia, paradigma terapéutico notablemente diferenciado de los anteriores en sus postulados y técnicas.


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jueves, marzo 15, 2007

“Consejos vendo y para mí no tengo”


Publicado en el periódico diagonal en marzo 2007. Por Guillermo Reundueles

SALUD MENTAL / EL SÍNDROME ’BURN OUT’ O ‘QUEME PROFESIONAL’ DE LOS PSIQUIATRAS

“Consejos vendo y para mí no tengo”

Guillermo Rendueles

A los psiquiatras cabe describirlos con este viejo refrán, porque son uno de los gremios con peores indicadores de salud mental: padecen un mayor índice de suicidios, divorcios, bajas laborales y alcoholismo que el resto de la población. El psiquiatra Guillermo Rendueles analiza algunas causas del queme profesional en este colectivo.

Hay trabajos que cansan y que también son malos para la salud mental, como el de minero, por ejemplo. Pero hay otros que queman por su inutilidad real y su necesidad de aparentar saberes o poderes que no tienen. La pedagogía, la política y la psiquiatría son los mejores exponentes de esas labores que invierten una gran actividad vocacional con unos resultados tan escasos e inciertos que hacen caer a sus practicantes en un estado parecido al de los animales de experimentación que sufren de ‘indefensión aprendida’: cuando los esfuerzos por salir de una piscina de una rata no obtienen resultados se deja ahogar sin gastar todas su fuerzas.

APARENTAR SABER

La primera de las causas del ‘queme’ psiquiátrico parece tener que ver con la conciencia de esa necesidad de ‘aparentar saber’ para ejercer el conjunto de legitimaciones del poder que la ideología dominante exige de la práctica psiquiátrica. No es un proceso nuevo: en el manicomio la única función real de la psiquiatría era el encierro que complementaba la función carcelaria. Los psiquiatras de manicomio escribían enormes historias clínicas, y construían disparatadas teorías para explicar patologías que el propio encierro creaba: catatonias, delirios ocupacionales (como las conductas de los osos creadas por la cautividad del zoológico), etc.

La psiquiatría actual asume unas promesas terapéuticas megalomaníacas con escasos saberes y sus practicantes se ‘queman’ en ese ‘juego de farol’ de una práctica pretenciosa. La promesa psiquiátrica que aminora los riesgos de la vida en el mercado liberal dice algo así: “Aunque te comportes como un cerdo egoísta, en eso consiste la racionalidad capitalista, no tengas ningún lazo afectivo ni ningún grupo naturalsolidario, si la desgracia te alcanza habrá un especialista que te dará afecto, escucha y apoyo”.

FALSOS MÉDICOS

Quema a los psiquiatras también la falsedad de tener que diagnosticar como médicos, a veces con unas exigencias de exactitud muy altas de cara a invalideces laborales o peritaciones que determinen cuánto de delincuente o de loco tiene alguien, a partir de la ambigüedad de una charla. Quemarse parece lógico al tener que responder cotidianamente preguntas imposibles, como la del inspector médico que pregunta al psiquiatra: ¿puede trabajar este paciente que se queja de ánimo bajo e insomnio? O la más comprometida del juez: ¿es imputable la conducta de este violador o sus traumas le eximen? ¿Este preso sigue siendo peligroso o se le puede dar la libertad porque ya está rehabilitado? Los psiquiatras han de corregir sus errores prácticos, más como magos o astrólogos que como el resto de los médicos que pueden identificar un error de observación o de cálculo cuando un tratamiento es erróneo, bien, por ejemplo, porque no se identificó la sombra pulmonar de la neumonía o se calculó mal la dosis de antiinflamatorios.

El error psiquiátrico induce a un estado de fracaso vital semejante al del adivino que pone en juego su persona para hacer un pronóstico. El error provoca la quiebra global de la autoestima: no fui lo suficientemente cálido para evitar que fulano se suicidase o no volviese a drogarse o comiese...

DIFERENTES ESCUELAS

La división en escuelas teóricas de psiquiatría diversas es otro factor central de ‘queme’, porque amplifica todos los factores de inseguridad anteriores. Algo tan paradójico como que acuda uno a un centro de salud y le toque un psiquiatra de orientación psicoanalítica y le diga que hasta dentro de unos meses de cura no tome ninguna decisión nueva o le aconseje que indague en su pasado, frente a otro paciente al que le toque un sistémico que le incite a volver con toda su familia y a cambiar las conductas problemáticas de inmediato es perfectamente posible e incluso habitual. El gran problema de la psiquiatría es que en el mismo centro de salud mental público puede haber tres psiquiatras de escuelas distintas con prácticas divergentes.

FÁRMACOS DE LA FELICIDAD

Los monopolios farmacéuticos vienen a amargar-endulzar la práctica psiquiátrica. En colaboración con el Estado y con el mercado, los fármacos ‘psi’ ofrecen un bálsamo que cura todos los agobios producidos por una vida atroz que se reasegura en las falsas promesas de la salud mental. Los ‘psi’ resultan la ‘mercancía soñada’ porque, a diferencia del antihipertensivo que debe de verdad hacer bajar las cifras de la tensión arterial, los psicofármacos se miden por pruebas como el test de Hamilton, donde las respuestas consisten en que el paciente se sienta un poco mejor o peor. Los nuevos antidepresivos, además, son un poco mejores pero cuestan 500 veces más que los antiguos. Ningún congreso de psiquiatría es posible sin que sus participantes acudan con la inscripción y el viaje pagado por algún laboratorio, mientras que los pacientes exigen en los consultorios la píldora que cura la timidez, los dolores, la frigidez. Marx llamaba idiotismo profesional a la práctica jurídica de aquellos jueces que creían estar aplicando el derecho natural cuando dictaban condenas que protegían la propiedad y el orden establecido. Algo de ese idiotismo debe proteger al gremio psiquiátrico para no percibir lo imposible de ese trabajo y afirmar que las quiebras individuales, los ‘quemes’ profesionales, responden al cansancio o a la falta de resistencia y estrés de algunos profesionales.

lunes, marzo 12, 2007

Ancenso y caida de Osho

De momento hay que saber Ingles pero ya se iran traduciendo datos para el próximo monográfico dedicado a este líder de la secta de los Rajneesh.


http://en.wikipedia.org/wiki/Osho
Osho had a penchant for courting controversy.[21]

His libertarian views on sex and emotional expression, and the resulting unrestrained behavior of sannyasins in his Pune Ashram[22], at times caused considerable consternation, dismay and panic among people holding different views on these matters, both in India and the U.S.[23] A number of Western daily papers routinely, and falsely[24], claimed that Bhagwan, a traditional title for spiritual teachers in India[18][19], meant "Master of the Vagina", and focused their reporting on sexual topics.

Osho claimed that he was "the rich man's guru"[25], and that material poverty was not a spiritual value[26]. He was photographed wearing sumptuous clothing and hand-made watches.[27] He drove a different Rolls Royce[20] each day – his followers wanted to buy him 365 of them, one for each day of the year[28]. Publicity shots of the Rolls-Royces (more than 90 in the end) appeared in the press[29]. Yet Osho himself said about the Rolls Royce collection:

And do you think a certain simple law of diminishing returns...? If you get one Rolls Royce, you are immensely happy. I have ninety. What difference does it make to me that in the garage there are ninety-one? The number of that one will come in three months' time only for one day for ninety minutes. What does it matter to me? For that I will commit suicide?

I have never gone to the garage. I have never looked into the garage, how many cars are there, what kind of cars are there. And that too belongs to a trust.

I had declared that all those cars should be given to the commune. They are basically commune property. I don't own anything. For thirty years I have not owned a single cent.[30]

In his discourses, Osho consistently attacked organizational principles embraced by societies around the world – the family, nationhood, religion[31]. He condemned priests and politicians with equal venom[32], and was in turn condemned by them.

In a 1998 preface to Osho's book Books I Have Loved, his personal dentist, Swami Devageet, stated that Osho dictated three books while undergoing dental treatment under the influence of nitrous oxide (laughing gas): Glimpses of a Golden Childhood, Notes of a Madman, and Books I Have Loved. This led to widespread allegations that Osho was addicted to nitrous oxide gas. In addition, on the American CBS television show 60 Minutes, his former secretary, Ma Anand Sheela, claimed that Osho took sixty milligrams of Valium every day.

When questioned by journalists about the allegations of daily Valium and nitrous oxide use, Osho categorically denied both, describing the allegations as "absolute lies"[33].


Ademas un "divertido" vídeo de Osho en su rolls roice metralletas cantos y música de Frank Sinatra